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Panamá estudia cerrar paso de la Selva del Darién y deportar a extranjeros sin visa

Hasta el 23 de agosto se contabilizaban 308.000 migrantes irregulares, aumento que llevó a Panamá a estudiar medidas "contundentes" para frenar la situación

por Carola Briceño
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Sigue aumentando paso de migrantes por la Selva del Darién

Las autoridades panameñas están alarmadas ante el crecimiento exponencial del cruce de migrantes por la selva del Darién, frontera natural entre Colombia y Panamá, que este año ya alcanzó la cifra récord de 308.000 migrantes, la mayoría venezolanos que huyen de la dictadura de Nicolás Maduro y de la fata de apoyo en los primeros países de acogida, como Colombia, donde no consiguen mecanismos de acceso a sus derechos ni apoyo de las organizaciones internacionales del área, como ACNUR, pata poder integrarse de manera efectiva y real en esos nuevos países.

El ministro de Seguridad de Panamá, Juan Pino, explicó que desde julio ha aumentado el flujo migratorio, llegando a un promedio de 2.500 y 3.000 migrantes diarios, lo cual ha llevado a que esta situación se convierta en un problema de seguridad nacional.

Alertó también que la situación se puede tornar incontrolable y puede sobrepasar la capacidad de Panamá en el manejo de la recepción de la ola migratoria, y dejó claro que han tratado de hacer ver a los países vecinos el problema y la necesidad de que colaboren, pero no han tenido respuestas positivas en la coordinación y participación de las medidas que deben tomarse en conjunto.

El flujo migratorio por la zona ha tenido un negativo impacto ambiental y ha afectado las costumbres y forma de vida y sostenimiento de las comunidades autóctonas de la región, que ante la contaminación de los ríos, que por siglos han sido su principal recurso para obtener ingresos, han tenido que cambiar de actividades.

Hasta ahora, el paso de migración irregular ha generado más de 60 mil toneladas de basura, lo cual ha traído consecuencias severas para esa reserva natural de oxígeno. «Pasarán más de 60 años para poder revertir el daño», precisó Jorge Luis Gobea director del panameño Servicio Nacional de Fronteras (Senafront).

Mayoría venezolanos y ecuatorianos

De los 308.000 migrantes que han atravesado la peligrosa selva en lo que va de este año, 171.043 son venezolanos, casi 40.000 son ecuatorianos, cerca de 35.000 haitianos, señaló la directora de Migración de Panamá, Samira Gozaine.

En los últimos meses se ha registrado un incremento también de migrantes de China, porque las redes de tráfico de personas han conseguido en los ciudadanos de esta nacionalidad un nicho para su negocio ilegal, pues estos manejan recursos para pagar más a los coyotes que operan en la zona.

64.680 niños han cruzado la selva del Darién

El aumento del paso de niños por la zona es una de las situaciones que más mortifican a las autoridades panameñas, porque hay casos tan complejos que los niños hacen la ruta más rápido que sus padres y familiares y logran llegar a los centros de acogida 3 y 5 días antes y las autoridades deben hacerse cargo de ellos y esperar a que sus parientes les encuentren.

«Es una realidad que nos sobrepasa», sostuvo Gozaine.

Del total de migrantes irregulares que han cruzado este año la selva, 21% son niños, es decir, 64.680, y de esa cifra, el 50%, 32.340 son niños menores de 5 años.

Panamá tomará medidas contundentes para frenar cruce irregular

Panamá prevé tomar medidas y acciones contundentes en los próximos días, debido a que han hecho esfuerzos por conseguir que colaboren los otros países de origen y de tránsito en frenar la ola migratoria irregular, pero Colombia se ha hecho la desentendida con este problema, tanto que hoy hay unos 10.000 migrantes represados en el puerto de Necoclí esperando para entrar a la selva.

El ministro Pino sostuvo con decepción que «no ha sido suficiente la cooperación internacional» y anunció que la próxima semana se conocerán las medidas.

Panamá ha gastado más de 60 millones de dólares en atender a los migrantes irregulares, pero al pedir ayuda a la cooperación internacional, los dejan prácticamente solos frente a un problema que incluye redes de tráfico de personas que mueven un negocio de millones de dólares al mes, miles de migrantes que llegan enfermos y muy afectados psicológicamente tras ese trayecto, grupos delictivos operando entre Colombia y la selva del Darién, niños que arriban sin identificación y a veces sin sus familiares al territorio panameño y unas 3.000 personas que ya no solo llegan en el día, sino que hasta en la noche están haciendo la ruta por la peligrosa jungla.

«Hemos agotado todas las instancias y estas han caído en oídos sordos», señaló el alto funcionario del gobierno panameño.

Desde hace meses es constante la visita de múltiples autoridades panameñas al territorio del Darién para monitorear de manera directa la situación. Han insistido en tener más apoyo de las organizaciones de la cooperación internacional y recibir recursos, pero sus pedidos desesperados no han sido tomados en cuenta.

La disposición y ocupación del gobierno panameño ante lo que ocurre en el Darién es contrastante con el nulo interés mostrado por el gobierno colombiano en el tema, a pesar de que las redes de tráfico de personas se manejan desde Colombia y de que los migrantes ingresan a esa ruta es por territorio colombiano.

Panamá se ha quejado de ello, pero nadie les ha prestado atención. Desde Colombia el problema de la migración irregular lo dejan correr solito a Panamá (y hasta lo empujan por la ruta de la selva) y luego el gobierno panameño es al que le toca resolver la crisis, enfrentar solo la situación.

En estos años no ha habido altos funcionarios del gobierno colombiano que estén en Necoclí monitoreando el tema ni tampoco han desarrollado proyectos para integrar a la población migrante en el país, lo que termina empujando a grandes masas de migrantes, frustrados y decepcionados por las barreras que consiguen en Colombia para acceder a sus derechos, que terminan decidiendo hacer la ruta de la selva del Darién.

«Los esfuerzos que ha hecho Panamá humanitarios y de seguridad ha sido mostrado a ustedes», dijo el ministro, quien también recordó que para Panamá es tránsito masivo de migrantes irregulares se ha convertido en un problema de seguridad nacional.

Fuentes del gobierno panameño adelantaron en exclusiva a enfrontera.1eye.us que entre las medidas que se estudian tomar es una restricción del paso de los migrantes irregulares y «hacer cumplir la ley», lo que implicaría que se solicitara visa a todo extranjero que pretenda ingresar a Panamá.

Las medidas que tomará el gobierno panameño serán anunciadas la próxima semana.

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